Algunos de los aspectos a considerar en la pintura mural del ex convento de Santo Domingo Tehuantepec, es el simbolismo y los personajes que se representan en ellas, la mayoría son Santos que pertenecieron a la orden de los Dominicos; en la siguiente fotografía se pueden observar tres diferentes Santos, los cuales de izquierda a derecha se pueden identificar como, Santo Tomas de Aquino, el cual fue proclamado como el quinto doctor de la iglesia católica y considerado el más ilustre de ellos, en su mano izquierda sostiene una maqueta de una iglesia, atributo de su condición de doctor; fiel a la observancia de la vida conventual y predominantemente, a la orden dominica como se puede apreciar por su vestimenta blanco y negro, además de ser un gran devoto a Cristo y a la Virgen María, es por esto que se califica también como doctor eucarístico y por ello se le representa en la misma mano izquierda sosteniendo el cáliz en el que es muy visible la eucaristía; su doctrina es tan clara y ortodoxa que es la luz de la iglesia, esta luz se representa con el sol sobre su pecho sostenido por medio de una cadena y simboliza que ilumina toda la tierra; la pluma que sostiene que en su mano derecha hace referencia al instrumento que le permitió escribir su obra, se convierte también en atributo de su sabiduría y por extensión de su condición de doctor y así también en espada frente a la herejía.
Al centro se encuentra Santa Catalina de Alejandría, la cual se representa como princesa real, vestida con túnica y manto como las doncellas romanas, además de estar coronada, signo del estatus privilegiado como residente en el paraíso y simboliza su premio por haber “peleado el buen combate”, generalmente otorgado a los mártires como Santa Catalina, otro signo importante de este aspecto es la espada, representando su martirio al ser decapitada y el libro en su mano izquierda que simboliza la ciencia, la cual era muy clara en Catalina al poder mantener encuentros filosóficos con sabios de la época y poder convertirlos al cristianismo, además de gran multitud de personas, inclusive a la emperatriz.
Por último, al lado derecho se encuentra Santa Catalina de Siena, con vestimenta convencional: túnica blanca y el manto negro de los dominicos, tiene como atributo un corazón en la mano izquierda el cual representa su entrega a desposarse de manera simbólica con Jesucristo, otros signos que mantiene y que hacen referencia a su entrega es la corona de espinas que ciñe su frente y el crucifijo en su mano derecha, de igual forma que San Francisco de Asís, Santa Catalina de Siena se caracteriza por sus estigmas. Esta representación se encuentra en parte del muro norte del profundis, este espacio corresponde a la antesala del comedor y es donde los frailes se reunían para orar antes de recibir sus alimentos, este espacio recibe su nombre debido a uno de los salmos realizados y que empieza con “De profundis” (desde lo profundo).
Los trabajos que se realizan para poder conservar este tipo de pintura mural son dirigidos y supervisados por la Sección de conservación y restauración de bienes muebles e inmuebles por destino del
Centro INAH Oaxaca, en alianza con la
Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca.